En las comunidades mayas, principalmente las pequeñas y aisladas, cuentan con su propio sacerdote residente. San Pedro la Laguna era una de las comunidades que tenía su sacerdote propio, quien administraba otros pueblos a su jurisdicción como San Juan la Laguna. Este pueblo pequeño se encuentra veinte minutos al camino desde San Pedro.
En San Pedro la Laguna llegó el sacerdote John Vesey de nacionalidad irlandés-estadounidense de Brooklyn, Nueva York. Llegó después de haber servido en Santiago Atitlán, donde su estilo de “evangelización” no era bienvenido. Se consideró muy polémico y radical en contra de las costumbres y tradiciones de la comunidad. Vesey estaba casi solo en creer que los feligreses mayas de Santiago Atitlán simpatizaban con la guerrilla. Pensaba que eran responsables del asesinato en 1981 del padre Stanley Rother, un hombre muy querido por toda la comunidad. A Vesey no le gustaban las cofradías (gremios) que consideraba paganas y en desacuerdo con la Acción Católica. El último fue un grupo de laicos católicos brazo derecho de la iglesia católica, que influyen a la sociedad maya. El estilo de “evangelización” de Vesey era inadecuado para tratar con los pueblos indígenas.1
Vesey se encontraba mejor como sacerdote interino en San Pedro, porque las cofradías habían sido eliminadas en la década de 1970. Sin embargo, la gente de San Juan no quiso renunciar a sus cofradías ni a su culto a Maximón. Vesey sintió que ambas prácticas eran paganas. El enfoque de Vesey fue enfrentar las diferencias, en lugar de ser conciliador. Víctor Perrera, un escritor y periodista estadounidense nacido en Guatemala, relata que: “Pedro Cholotio Quic, un catequista serio y elocuente que encabeza la delegación de Acción Católica de San Juan, estaba muy indignado por la actitud degradante del padre Vesey hacia los catequistas y cofrades. Se había negado a realizar la Eucaristía por ellos, alegando que eran indignos y llamándolos ‘imbéciles’, ‘indios estúpidos’ y ‘marionetas’ ”2. Vesey terminó cerrando la iglesia en San Juan. En 1987, las tensiones entre Vesey, las cofradías y Acción Católica estallaron en la violencia representada en el cuadro de Julián.
Perrera afirma: “El editorial de El Gráfico del 9 de noviembre atribuyó el escándalo a un choque entre culturas, describiendolo como un sacerdote extranjero que no entendía las tradiciones “mágico – religiosas” de las comunidades indígenas” 3. Vesey finalmente fue trasladado a otra parte de Guatemala.4 Desde entonces, el edificio de la iglesia en San Juan ha sido reconstruido con un santuario mucho más grande, conservando solo la fachada antigua, la que se muestra en el cuadro de Julián Coche.
División en la Iglesia es la pintura más significativa de Julián Coche antes de ingresar a la escuela de arte en la Ciudad de Guatemala. Para un adolescente que rara vez dice más que unas pocas palabras, es un tema impresionante. Julián había sido testigo de este enfrentamiento con el padre Vesey, que aparece aquí vestido de blanco. Durante la fiesta anual de San Juan, Julián exhibió esta pintura con otras de artistas de San Juan, pero causó una controversia y Julián se vio obligado a retirarla.
- Perera,Victor. Unfinished Conquest. Berkeley y Los Ángeles: University of California Press, 1993.
- Ibid.
- Ibid.
- Ibid.