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Antonio C. Ixtamer
Tz’utujil maya, San Juan la Laguna, n. 1968
Cofrades de Sololá
Óleo sobre lienzo, 1988, 16" × 10"
Colección Arte Maya

Dos miembros de una cofradía (hermandad religiosa) se paran frente a la iglesia en Sololá. Cada uno sostiene un objeto que representa su oficina. El hombre (cofrade) lleva un bastón de plata mientras que la mujer (texel) lleva las velas que son mantenidas por ella y otras mujeres. La vestimenta ceremonial única de Sololá está cuidadosamente representada. El huipil (blusa) de la mujer es más largo que el huipil diario y se usa por fuera de la falda. El hombre lleva un tzute (pañuelo) en la cabeza y un sarape en el hombro, los cuales indican que es cofrade.

En los pueblos originarios de Guatemala, las cofradías son órdenes religiosas fraternas que la Iglesia Católica instituyó después de la Invasión española. Los miembros de una cofradía son laicos organizados para soportar a los deberes y actividades involucrados en la veneración de los santos católicos. Históricamente, las cofradías incluían tanto mujeres como hombres y toda clase de la sociedad española, aunque las cofradías individuales estaban segregadas según el sistema de castas español.

Un ejemplo interesante de hibridación cultural es el desarrollo de las cofradías en Guatemala entre los mayas. Antes de la llegada de los europeos, los pueblos mayas tuvieron una forma de asociación llamada chinamit enfocado en preservando las relaciones de linaje. Cada chinamit (o clan) mantenía edificios comunales, templos, dioses, y ceremonias. Las cofradías se hicieron populares entre los mayas, tal vez porque conservaron aspectos de los chinamits. Los miembros individuales de un chinamit tenían deberes y obligaciones que debían cumplir. De manera similar, en las cofradías posteriores a la Invasión se esperaba que los miembros ofrecieran voluntariamente su servicio por un año. La hibridación de la combinación de las formas chinamit y cofradía ayudó a preservar las creencias y prácticas religiosas mayas tradicionales. Varios pueblos mayas preservaron diferentes aspectos de sus tradiciones prehispánicos.

En esta pintura, dos miembros de una cofradía en Sololá están parados frente a la iglesia. Cada persona lleva objetos que representan su oficina. El hombre, conocido como cofrade, lleva el bastón de plata mientras que la mujer, conocida como texel, lleva las velas que son mantenidas por las mujeres de la cofradía. El traje único de Sololá ha sido cuidadosamente representado. No es el traje diario de Sololá, sino el traje ceremonial que también denota su posición como parte de la cofradía. El huipil de la texel es más largo que el huipil diario, y se lleva fuera de su corte, encima del huipil diario. El hombre lleva un tzute (bufanda) en la cabeza y un sarape en el hombro, indicando que es miembro de la cofradía.

Para más información:  The Tzutujil Mayas: Continuity and Change, 1250-1630, Sandra Orellana, University of Oklahoma Press, 1984.