« Resumen de la exposición
Pedro Rafaél González Chavajay
Tz’utujil Maya, San Pedro la Laguna, n. 1956
Nawal IximDiosa del Maíz
Óleo sobre lienza, 2012, 15" × 13"
Colección Arte Maya

En esta pintura vemos la personificación del maíz, de Pedro Rafaél. Cuando los mayas realizan un ritual para bendecir su semilla para la siembra del próximo año, se comunican con el espíritu del maíz durante la ceremonia. El maíz es el alimento básico de la dieta maya y es parte de la historia maya de la creación como se expresa en el Popol Wuj. En esa historia, los héroes gemelos derrotan a los dioses del inframundo. Lo hacen engañándolos, muriendo y luego volviendo a la vida. Cada año, los gemelos vienen del inframundo y nacen como mazorcas de maíz, solo para morir nuevamente—y el ciclo se repite.

En este cuadro vemos como Pedro Rafael personifica el espíritu del maíz. Cuando los mayas actualizan un ritual para bendecir su maíz para la siembra del próximo año, se comunican con el espíritu del maíz durante la ceremonia. El maíz es el alimento básico de la dieta maya y es parte de la historia de la creación maya como se expresa en el Popol Wuj. En esa historia, los héroes gemelos derrotan a los dioses del inframundo, engañándolos por muriendo y volviendo a la vida. Cada año, los gemelos surgen del inframundo y nacen como mazorcas de maíz, sólo para morir de nuevo, y el ciclo se repite.

Ixim es la palabra Tz’utuhil para maíz. Nawal, también escrito nahual, es la palabra maya para un espíritu guardián. Los mayas creen que cada persona nace con su propio nahual, generalmente un animal o pájaro que está determinado por el cumpleaños astrológico de la persona. La misma energía y espíritu se encuentran por todo el mundo, en cualquier cosa. Así, una montaña tiene su fuerza o espíritu guardián, el viento tiene un espíritu y las plantas vivas tienen un espíritu. Aunque esta idea es extraña al cristianismo, es consistente con la física moderna, donde al nivel subatómico todo es energía. La energía presente en toda cosa, incluso objetos inanimados como piedras, comprende su espíritu o nahual.