Tz’i’ es el décimo día del calendario de 260 días llamado el Cholq’ij. Cada uno de los veinte días del calendario tiene su propia energía y espíritu protector (nawal o ruwäch ruq’ij). En el idioma maya Kaqchikel, tz’i’ significa lobo o coyote, y en la actualidad es utilizado también para nombrar a los perros. En el contexto del mundo natural, el nawal del día tz’i’ es simbolizado por el animal. En el contexto espiritual, tiene el significado de autoridad y juez.
En el cuadro de Paula Nicho, ella representa una mujer desnuda cubierta con glifos mayas montada a lomos de un lobo. Las pinturas de Paula siempre son simbólicas y, con el tiempo, ha desarrollado su propio vocabulario de símbolos que ella usa en sus pinturas. Uno de sus símbolos comunes es pintar en su piel los diseños del traje que usan las mujeres mayas. Su traje es como segunda piel, una parte integral de su identidad. Aquí ella usa este tema de una manera diferente. En lugar de los diseños del traje en su piel, son los glifos de la forma escrita de las lenguas mayas. El glifo de tz’i’ está en el brazo levantado de la mujer. Los glifos conectan a la mujer no solo con los idiomas mayas hablados sino también con el calendario maya.
Otro símbolo presente en la pintura son las montañas al fondo. Mirándolos de cerca, están cubiertos por los diseños que se encuentran en los tejidos mayas.
A la derecha de la pintura, hay una guarida o cueva. Para los mayas, las cuevas son las entradas al inframundo o Xibalbá. El Tz’i’ es el conductor o guía de los difuntos, para que puedan pasar al lugar correcto, porque todos los seres pasan en un río para poder llegar al lugar de la vida. La creencia de los antiguos mayas era que el perro acompañaba a las almas fallecidas en el camino a Xibalbá.